Seguro ya hemos escuchado acerca de qué significa la palabra alabar: es elogiar a alguien o algo. Sin duda toda la humanidad fué creada para alabar. Podemos ver diariamente cómo las personas alaban y adoran a distintos dioses o personas. Algunos adoran a estatuas, otros a personas famosas, otros al dinero, podríamos nombrar mucho y muchos más. Sin duda hemos sido creados para adorar, el punto está en que muchas personas por distintas razones se han equivocado de dios, todavía no encontraron al Dios verdadero, entonces no han encontrado el verdadero propósito por el cual fueron creados.Pero nosotros sí sabemos para qué estamos en la tierra, si leemos 1ra Pedro 2:9 nos dice que sosmos Su linaje, una nación santa, Su pueblo para anunciar Sus virtudes. Somos sus hijos creados para alabarle, hablar de Sus virtudes, aún gritarlo a los cuatro vientos. Debemos alabarle en todo tiempo, esto incluye nuestra forma de vivir y comportarnos; la Biblia nos dice que Él nos escogió para que fuésemos santos (Ef. 1:4). Podríamos decir que nuestro propósito es conocerlo, alabarlo y predicarlo hasta lo último de la tierra.
Adorar= Intimidad
Ahora todos nosotros podemos alabar a Dios, ya sea por lo que dice Su Palabra acerca de Él, por lo que ha hecho por nosotros o por el simple hecho de que Él es digno de ser alabado. Pero hay algo más profundo que alabar y esto es adorarle, adorar es intimidad, es estar cerca de Él.
Si no tengo intimidad con Él no puedo adorarle por el simple hecho de que no lo conozco. Podemos poner como ejemplo el matrimonio, un estado donde dos personas se llegan a conocer profundamente porque tienen intimidad, no hay miedo de contar las cosas, de expresar los miedos, deseos y todo lo que estén viviendo en ese momento, no dudan en contarse todo porque se ha hecho un vínculo de confianza gracias a la intimidad, al tiempo que han pasado juntos, en la intimidad es donde el matrimonio se puede decir esas cosas que no hablarán en otro lado. Lo smismo pasa con Dios, si no tenemos intimidad con Él nunca lo vamos a conocer y si no lo conocemos nunca podremos depositar nuestra confianza en Él. Si no lo conozco no puedo adorarlo.
Dios desea que le conozcamos, que conozcamos Su corazón, y establecer una relación de intimidad con cada uno de nosotros. Como resultado de esta intimidad nacerán la alabanza y la adoración desde nuestro corazón.
Te animo a conocer más a Dios, vamos a buscar conocer Su corazón.
Dios te bendice,
Marcos Lagos
Salmista, Líder de Atrios Equipo de Alabanza,
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