START



Llegó el momento. Salimos a tocar, qué nervios. El lugar está colmado de gente, ahí están nuestros amigos, familia, la gente que nos sigue, que compra nuestros discos y nos quiere a su manera, ahí están, esperándonos para recibir lo que tenemos para dar, para compartir un poco de sus vidas con nosotros. Los músicos salen, comienzan a tocar, llega el momento de salir. Respiro hondo… allá voy Señor…

Y Zas! suena la alarma del celular, esa alarma detestable retornándome a la realidad; no existe mi banda, casi nadie sabe que me gusta la música, apenas me conozco el cifrado americano y me tiembla la voz cuando canto en la ducha. El sueño semi consciente llegó a su fin, tan lindo y hasta con música de fondo. Ufff.

Es que así son esos sueños, brillantes, ideales, casi perfectos. La parte triste es que en este caso son sólo eso, sueños.

Y está bueno el soñar cuando va acompañado del Accionar para luego Concretar. Por ejemplo: alguien sueña con tener un negocio de ropa deportiva, entonces acciona: se informa, ahorra, invierte, y si sigue trabajando por su sueño, llega a concretarlo. Ahora bien: existe la posibilidad de que esa persona siga simplemente soñando y al no accionar, el sueño toma otra dimensión: entonces, el tiempo pasará y en su imaginación será el principal competidor de Nike y Reebok, pero en la realidad no hay acción, no hay resultados. Entonces la ilusión será cada vez más desmesurada y la realidad más lejana.

Y ahí está el detalle; cuando dejamos de objetivar, nuestros sueños y anhelos se van alejando de la idea original, y luego nos quedamos dando vueltas alrededor de una película, de una superproducción cada vez más alejada de la realidad. Y luego por supuesto, esta realidad no nos conforma porque nuestros parámetros se fueron, se deformaron, ya nada se compara con esa estrella inalcanzable, con la utopía. La realidad no nos satisface.

Y surge la necesidad de escapar. Así es, escapar de la realidad, sumergirnos en nuestros sueños ya desdibujados, y a veces ya bien alejados del plan original que venía de parte de Dios. Y en lugar de accionar para concretar lo que anhelamos, nos sumergimos en el universo paralelo de lo que construimos en nuestra mente. Escapamos.

Lamentablemente mucha gente perdió o desperdició una buena parte de su vida por sólo quedarse soñando. Y muchos perdemos a veces momentos, oportunidades y personas valiosas por quedarnos mirando una película sin ganas de accionar, sin ver lo que el Señor nos está dando alrededor.

Tal vez algunos nos hayamos quedado soñando e idealizando a la amiga, el amigo perfecto y no vimos las personas que Dios nos puso cerca para ayudarnos a crecer, para sembrar y cosechar amistad. Y luego nuestro concepto se desdibuja, crece y crece hasta que no queremos confiar en nadie, nadie siquiera se aproxima a nuestro elevado ideal, todo el que se nos acerque será demasiado “imperfecto” comparado con la utopía de nuestro sueño.

Tal vez te quedaste soñando con tocar como Steve Vai, ganar un Grammy... y te dio miedo enfrentar tus limitaciones y complejos, y te perdiste oportunidades de aprender y multiplicar los dones que Él te dio.

O tal vez estés prefiriendo "relaciones virtuales" sin realidad y sin pensar en mañana, simplemente por miedo a abrir tu corazón al desafío de enamorarte y accionar, jugarte la vida y amar de verdad y ser amada o amado. Por miedo a que te rechacen, miedo al dolor, miedo... y cada vez será más fácil ilusionarse con una relación lejana, irreal, casi novelesca construida en base a tus ganas de no estar sola o solo y el miedo a conocer a alguien real y abrir tu corazón y compartir la vida de todos los días y mostrarte tal cual eres.

Pero no es tarde. Te encuentres donde te encuentres, no es tarde para dejarle el timón del corazón, de la mente, de nuestros propios sueños a Dios, y entonces volver a objetivar y ver la realidad, que entonces será mucho mejor. "Dame hijo mío tu corazón y miren tus ojos a mis caminos..." -Prov. 23:28-, a estas palabras las veo como las de un padre cariñoso diciéndonos: “Dame tu corazón porque no quiero que sufras más, dame tu corazón porque soy tu Papá, sé lo que es mejor para ti”. Él tiene algo mejor. El cumplimiento de tus aspiraciones, metas y sueños bajo Su guía puede asombrarte. A pesar del temor a enfrentar la realidad, a pesar de todo, vamos a cruzar el límite de nuestros sueños para dar paso a la idea original de Dios y en consecuencia nos pondremos en acción. Entonces apretamos el botón "Start" al fin. Entonces no sonará la alarma despertándonos. Y todo, todo lo bueno puede suceder, pero de verdad.

Lila
Vocal coach, Composer
Administradora de multimedios